6 excusas para no correr (y por qué no debes hacerles caso)
Coaching
Fuera bloqueos mentales. Escucha a Chris Bennett, Global Head Coach de Nike Running.
Ayer dijiste que mañana irías a correr, pero hoy hace un calor insoportable. Además, has estado trabajando hasta tarde y no te quedan pantalones limpios. ¿Te resulta? Nos pasa a todos: de acuerdo con una encuesta reciente, los estadounidenses se ponen un promedio de seis excusas al día, es decir, más de 2000 al año. Y, cómo no, las que encabezan la lista son las excusas para no hacer ejercicio: ¡es como si los corredores tuviesen un pequeño diablo personal en cada hombro!
Como Global Head Coach de Nike Running, Chris Bennett ha escuchado todo tipo de excusas. En esta ocasión, nos cuenta las 6 más comunes que suele ponerse la gente para no salir a correr y propone sencillas soluciones para combatirlas y ponerse en marcha.
Excusa n.º 1: "Correr es agotador". Solución: para antes de necesitarlo.
"La principal razón por la que la gente piensa que no les gusta correr es porque se sobresfuerzan", explica Bennett. "Quiero que correr te resulte fácil, algo que poco tiene que ver con las estadísticas de tu reloj. Con 'fácil' me refiero al esfuerzo, y eso significa que debes detenerte antes de que necesites hacerlo, quizás incluso antes de desearlo. Si en algún momento te sientes como si pudieras correr sin parar, para justo ahí. Así, evitarás ponerte excusas para tu próxima carrera y esperarás impaciente a que esta llegue. Quiero que te moleste tener que parar tan pronto. Si te hace sentir mejor, puedes echarme la culpa a mí".
Excusa n.º 2: "No sé cómo correr correctamente". Solución: asimila que eso no existe.
"Tu forma de correr es la que es", dice Bennett. "No hay una pisada ni una postura perfectas. Si miras vídeos de Paula Radcliffe, cómo inclina cabeza, cómo sube sus hombros y cómo mueve los brazos, quizá pienses que alguien debería enseñarle a correr bien. Pues menos mal que nadie lo ha hecho, porque Paula ha conservado el récord mundial femenino en maratón durante 16 años. Así que, en lugar de intentar seguir un libro de texto, intenta perfeccionar poco a poco tu forma natural de correr. Por ejemplo, relaja las zonas que estén más tensas o acorta las zancadas cuando sientas que no puedes más".
Excusa n.º 3: "No tengo tiempo suficiente para calentar". Solución: incluye el calentamiento en la carrera.
"Os daré 2 maneras de salir de esta", comenta. "En primer lugar, el calentamiento es solo una preparación mental y la recreación de las acciones de una carrera real. Una opción es empezar la carrera más despacio y utilizar los primeros 5 o 10 minutos como calentamiento dinámico. Como alternativa, puedes hacer tus estiramientos y acortar la carrera: recuerda, no hay un tiempo o una distancia mínimos. Cualquiera de estas opciones te permitirá calentar y completar tu carrera para que no tengas nada de lo que quejarte".
Excusa n.º 4: "¿Pero has visto qué tiempo hace?" Solución: planifica con antelación.
"Quizás hace demasiado calor o frío", dice Bennett. "Las condiciones extremas pueden ser peligrosas, así que a veces lo más sensato es no correr. Supongamos que solo son incómodas. Tienes varias formas de planificar con antelación: una es elegir la ropa adecuada, la segunda es elegir la hora del día a la que vas a salir y la tercera es ajustar la intensidad de la propia carrera. Es posible que tu carrera no salga como querías, pero al menos habrás salido a correr".
Excusa n.º 5: "No tengo el tipo de cuerpo adecuado para correr". Solución: olvídate de eso.
"¿Es que acaso hay un cuerpo 'adecuado'?", pregunta Bennett. "¿Hay también un acento adecuado? ¿Un corte de pelo adecuado? Incluso en la línea de salida de una maratón, te encontrarás con todo tipo de personas diferentes. Cuando dices que no tienes el cuerpo adecuado, quizás es porque has decidido que no puedes correr, o tal vez alguien en el pasado te ha dicho que no podías. Para desaprender esto, debes redefinir lo que es una carrera para ti. ¿No puedes correr 5 km? Nadie te lo ha pedido. Solo quiero que corras desde aquí hasta el final de la manzana. Un corredor es alguien que corre. ¿Cumples esa condición? Entonces tú también lo eres".
Excusa n.º 6: "Correr hace que me duela [insertar lo que te duele]". Solución: entrena tu fuerza.
"Si sientes dolor, puede que te hayas lesionado", explica Bennett. "La respuesta a corto plazo es sí, tal vez no deberías correr por el momento, pero no deberías sentirte mal al respecto. Míralo de esta manera: has mejorado tanto en tus carreras que ahora necesitas ponerte al día para ser todo un atleta. ¡Enhorabuena! Debes averiguar por qué has sufrido esas lesiones. ¿Estás fortaleciendo los flexores de la cadera? ¿Y qué hay del torso y los músculos que estabilizan las rodillas, como los cuádriceps? No implica mucho trabajo (tal vez aguantar una plancha o hacer algunas zancadas hacia atrás) y puede suponer una gran diferencia para mantenerte saludable".
Si superas cualquiera de estos obstáculos, te darás cuenta de que persistir, incluso cuando crees que no quieres, es una de las cosas más bonitas de correr.
"Las carreras pueden no salir como te gustaría", explica Bennett. "Tal vez te has estresado por una pelea que has tenido con tu madre. O has pasado una noche de perros. Sin embargo, si terminas la carrera, incluso si solo es hasta el final de la manzana, podrás decir: 'Lo he conseguido. He corrido y he aprendido algo más sobre mí'. La posibilidad de sentir eso de nuevo es lo que te hará volver a la carga. A veces, necesitas sentir esa esperanza cuando por fin apoyas la cabeza en la almohada al final del día. Es una pequeña victoria que te ofrece el running".
Así que, la próxima vez que estés pensando en no salir, imagínate al Coach Bennett sobre uno de tus hombros, o sobre los dos, y déjate de excusas.