Tres formas sorprendentes de comer más sano
Entrenamiento
Estos cambios inesperados en tu rutina harán que comer sano sea fácil.
Última actualización: 22 de diciembre de 2020
Comer sano puede ser difícil. Pero si estás estresado y con ganas de una comida reconfortante o estás demasiado cansado para pensar en cocinar, aquí hay algunas ideas respaldadas por expertos para ayudarte a tomar una decisión más saludable.
- Limpia tu muro.
Tal vez sigas a ciertas personas en las redes sociales porque te hacen reír, te inspiran a hacer ejercicio o te dan ideas para decorar el hogar. Un estudio reciente publicado en la revista Appetite descubrió que tu red virtual también podría influir en lo que te pones en la boca. Cuando los participantes creían que sus amigos de Facebook aprobaban la comida chatarra, tenían más probabilidades de comer refrigerios poco saludables. Y cuando pensaban que sus amigos comían más frutas y verduras, optaban por hacer lo mismo. "Aunque no estamos seguros, una de las razones podría ser que usemos nuestras percepciones de lo que otros están haciendo para ayudarnos a encajar y comportarnos de una manera que creemos que ellos aprobarían", explica la autora principal del estudio, Lily Hawkins, estudiante de investigación de doctorado en la Universidad de Aston en Inglaterra.
Al saber esto, podrías dejar de seguir a todos los que publican fotos de hamburguesas y platos horneados u ocultar sus publicaciones. Pero también puedes buscar personas cuyos hábitos quieras imitar. Y puedes ser un buen ejemplo para los demás. "Ten en cuenta lo que estás publicando", aconseja Hawkins, "sabiendo que podría ayudar a promover comportamientos dentro de tus grupos de amistad para tomar decisiones más saludables también". - Da gracias.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Experimental Social Psychology descubrió que mostrar un poco de gratitud puede motivar a los adultos jóvenes a comer más sano. Al comienzo del estudio, los participantes informaron sus hábitos alimenticios de referencia. Luego, una vez por semana durante dos semanas, cada participante del estudio escribió una carta, expresando gratitud por sí mismo o por alguien más, o simplemente enumeró sus actividades diarias, y luego respondió una serie de preguntas, incluida una sobre lo agradecido que se sentía en ese momento. Luego se les indicó que intentaran comer más sano en las próximas semanas. Las personas que experimentaron los niveles más altos de gratitud después de la actividad escrita informaron el mayor cambio en sus hábitos alimenticios.
"La gratitud puede inspirarnos a mejorar de varias maneras, incluida nuestra salud", afirma la Dra. Megan M. Fritz, quien dirigió el estudio en la Universidad de California, Riverside. "Cuando practicas la gratitud, te sientes inspirado por las personas cercanas y te das cuenta de lo importante que es tu bienestar para ellos". La clave para usar la gratitud con el fin de alentar una alimentación más sana es encontrar formas auténticas de expresar gratitud por las personas y las cosas que realmente te hacen sentir agradecido, señala Fritz. - Observa el paisaje.
Mirar por la ventana de tu cocina puede ayudarte a elegir comer cereales en lugar de pizza. Ver vegetación al aire libre, particularmente jardines, césped, arbustos, árboles u otra vegetación, podría ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y disminuir los antojos de alimentos poco sanos, alcohol e incluso cigarrillos, según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Plymouth en Inglaterra. "Nuestros hallazgos sugieren que la exposición visual a los espacios verdes puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, que se asocia con antojos menos frecuentes y menos intensos", explica la autora principal Leanne Martin, investigadora de doctorado en la universidad.
Y aunque se necesita más investigación, es posible que se puedan duplicar los beneficios al incorporar algo de vegetación en el interior. "Las plantas de interior o las macetas en las ventanas también podrían ayudar a aquellos que intentan resistirse a los antojos problemáticos", dice Martin.
Texto: Lindsey Emery
Ilustraciones: Gracia Lam