Esta mujer multifacética, que busca su identidad a través del estilo, es siempre ella sin reservas
Cultura
El estilo de Lillian Ahenkan está marcado por sus orígenes ghaneses, su infancia en Sídney y la confianza que tiene para lograr sus metas.
"Más allá del estilo" es una serie que explora cómo las mentes creativas en auge definen la identidad y el estilo personal en sus propios términos.
"[Lo que me impulsa es] vivir lo más humanamente posible la vida de mis sueños", dice Lilian Ahenkan, también conocida en los medios sociales y más allá como @FlexMami. La nacida en Sídney de 26 años de edad ya alcanzó muchos de esos sueños, incluyendo desempeñarse como presentadora de televisión, DJ, escritora, podcaster y emprendedora, entre otras cosas. Es el paradigma de realización de una creativa con múltiples facetas.
A pesar de tener varias plataformas donde se conecta con otras personas y de frecuentar diferentes ambientes para los que debe vestirse, la única opinión que le interesa a Lilian en cuanto a su estilo es la suya propia. "No soy el tipo de persona a la que le guste sobreintelectualizar la creatividad. Para mí es intuitivo y nace de una sensación", comenta sobre el proceso de su estilo. Sin embargo, cuando tiene que vestirse para trabajos potenciales, Lilian admite: "Tengo que tener presente a mi público. Cuando estoy conectada en línea, puedo usar un top corto para trabajar y no hay problema, pero si voy a una sala de juntas, ¿eso sería apropiado? Probablemente no. De todas maneras, quizás lo use, o quizás no".
El estilo de Lilian, que refleja su personalidad y está envuelto en autoexpresión y una individualidad acérrima que rinde homenaje a sus raíces ghanesas, incluye un amor descarado por la mezcla de colores brillantes y los estampados. Pero no siempre tuvo tanta seguridad en sí misma. Aquí, Lilian nos cuenta su experiencia desde aprender a honrar sus raíces culturales hasta fortalecer y afirmar su propia identidad, para ignorar las expectativas que limiten su creatividad y confianza en sí misma.
"Soy una gran defensora de las grandes conversaciones en las que comparto mis creencias y aliento a los demás a hacer lo mismo".
Eres conocida por la manera en que trabajas de manera audaz con el color y los estampados. ¿Siempre te atrajeron?
No, cuando estaba en la secundaria pertenecía a la subcultura de la escena. Me vestía de negro, rojo y telas a cuadros hasta que me di cuenta de que las connotaciones de esa subcultura, así como la de los emo no iban conmigo. Era muy emo en lo que se refiere a estilo, pero no en cuanto a estado de ánimo. [Cuando visito a mi familia] en Ghana, se da por sentado que debes usar color. Solo se usa negro para un funeral. Entonces, comencé a sentir que estaba yendo contra lo que conocía y tenía un racismo internalizado sobre el uso de colores porque sentía que me alejaba del grupo y no podría integrarme. El estar inmersa en la cultura [de Ghana], que realmente valora la autoexpresión sin importar cuál sea tu nivel socioeconómico, fue realmente vital y la pieza instrumental para la forma en que ahora exploro los colores y estampados.
¿Tu familia causó un impacto en tu viaje hacia ti misma? ¿Cómo influyeron en tu estilo tus raíces de Ghana y haber crecido en Sídney?
Por supuesto, pero fue más como un énfasis en verte de manera adecuada para la ocasión. A mi madre le fascinaba la política de respetabilidad. Al principio, pensaba que era algo cultural. Aunque mi madre ha estado en Sídney por 30 años, no está tan integrada como se esperaría. Solía decir que se podía imaginar a tantas chicas jóvenes de Ghana saltando ante la oportunidad de tener autonomía para vestir lo que quisieran. Se sorprendía de que yo solo quisiera usar negro cuando podía estar usando todas esas cosas divertidas como aretes, cintas para el pelo y pañuelos.
¿Cómo ha afectado la edad en la manera en que te ves a ti misma?
Durante toda la secundaria, usé uniforme. Solo tenía que elegir qué ponerme un día a la semana cuando iba a fiestas los sábados. Una parte de mí estaba feliz ante la idea de ser adulta y poder elegir mi ropa yo misma.
Salir de la secundaria fue una gran curva de aprendizaje para mí. Me cuestionaba quién era y cómo quería que me vieran. Esto se manifestó en los primeros años de mi segunda década, cuando me preocupaba mucho por no usar jeans y una playera con calzado deportivo porque creía que todos me verían como holgazana. Se requirió un verdadero momento de descubrimiento personal para sentirme bien si me vestía con ropa cómoda. Creo que en las culturas occidentales, vestirte bien y arreglarte está asociado con connotaciones muy específicas, así que lo consideraba como una cierta barrera para pertenecer. Pienso que de manera indirecta, no creo que me haga sentir cómoda, pero sí creo que poder notar esos paralelismos es muy interesante para mí.
De hecho, existen paralelismos no solo en la cultura, sino también en la identidad de género, ¿no crees?
Me gusta mucho resaltar mi femineidad. Por mucho tiempo, pensé, no me quiero vestir femenina porque la connotación de ser una "chica híper femenina" no es muy buena. Luego, de pronto, decidí que no me importaba y que me gustaban los vestidos y que me consideraran linda y hermosa. De igual modo, mañana podría usar un traje y también sentirme cómoda. Se trata de usar lo que quiero y lo que me hace sentir bien.
De muchas maneras, la autoexpresión puede ser sinónimo de estilo. ¿Cómo te expresas más allá de tu manera de vestir?
¡Con las palabras! Soy una gran defensora de las conversaciones importantes en las que comparto mis creencias y aliento a los demás a hacer lo mismo. En los últimos años, también me convertí en una persona a la que le gusta tener la casa impecable y aprovechar cualquier momento para hacer bricolage, decorar e invertir en un espacio que me haga sentir fantástica. En mi espacio, hago un esfuerzo consciente para incluir muebles y artículos decorativos que provoquen algún tipo de alegría. Me estoy apartando de la mentalidad de decorar un espacio con lo más barato o que replica lo estándar. Priorizo el estampado, el color y la comodidad, y así obtengo como resultado un espacio en el que quiero estar y al que quiero regresar.
"Generalmente, en las situaciones en que alguien me dice: 'Quizás no deberías usar tanto color', surge mi obstinación y respondo, '¿Por qué no?'".
¿Aún sientes algún tipo de presión para moderar tu estilo, como cuando evitabas usar colores durante la secundaria, especialmente en Sídney, donde la escena de la moda puede ser, por momentos, bastante homogénea?
Nunca. Entiendo por qué alguien lo haría, pero (y voy a decir que es por mi luna en Acuario) siempre me fascinó ser única y ser yo misma, especialmente en ambientes donde se espera que sea cualquiera menos esa. A veces produce un efecto no deseado y puede generar implicaciones negativas en la percepción que los demás tienen del trabajo que puedo hacer. Es como si pensaran: "Mmm, si pasas tanto tiempo arreglándote, seguramente no estarás lo suficientemente comprometida para hacer tu trabajo". Constantemente desafío las ideas que se unen a vestirse de una determinada manera. Generalmente, en las situaciones en que alguien me dice: "Quizás no deberías usar tanto color", surge mi obstinación y respondo, "¿Por qué no?". Si tengo la voluntad para estar en un determinado espacio, ¿por qué no puedo ser como soy?
Texto: Ella Jane
Fotografías: Yasmin Suteja
Reportado: septiembre 2020