Érase una vez, una niña indomable que nunca paraba de moverse. Mérida trepaba a los árboles, saltaba vallas y construía fuertes. Siempre tenía rasguños en las rodillas y la ropa llena de barro.

Creció en Tampa, Florida (EE. UU.), un lugar en el que el sol brillaba tanto como su deslumbrante cabello rubio. Le encantaba pasar tiempo al aire libre persiguiendo lagartos y atrapando cangrejos en las kilométricas playas de la zona. Sus dibujos favoritos eran Aventuras sobre ruedas, y tenía como lema una frase de uno de sus personajes, la señorita Frizzle: "¡Arriesgaos, cometed errores, equivocaos!".

Cuando Mérida tenía 11 años, su familia se mudó a un pequeño pueblo de la Virginia rural. El clima era totalmente diferente al de Florida, y aprovechó la oportunidad para explorar cada rincón de su nuevo hogar. En verano cruzaba riachuelos y recorría praderas frondosas. En invierno, Mérida hacía snowboard en las montañas empinadas llenas de nieve.

Esa afición por explorar fue el motivo por el que fundó Project Fearless cuando se hizo mayor. Project Fearless es un programa extraescolar sin ánimo de lucro que se lleva a cabo en Ámsterdam y enseña a las chicas a ser valientes y tener confianza en sí mismas. Las chicas resuelven problemas de la vida real mediante proyectos divertidos a la par que exigentes. Han grabado un documental sobre mujeres skaters, han diseñado su propio filtro de realidad aumentada y han usado tecnología de impresión 3D para fomentar las acciones contra el cambio climático. Mérida las apoya en todo el proceso. Su objetivo es abrirles un mundo de posibilidades y permitirles decidir cuáles son sus próximas metas.

"Quería crear un espacio en el que las chicas se descubrieran a sí mismas a su manera", afirma Mérida. Y eso es justo lo que ha conseguido.