¿Puede esta música mejorar tu salud?

No hay duda de que Mozart y Beethoven eran genios. ¿Pero quién iba a imaginar que sus obras maestras centenarias serían parte de una tendencia llamada "música para el bienestar" que se está popularizando muy rápidamente?

Dicho de forma sencilla, la música para el bienestar, más conocida como "música medicinal" en el mundo de la investigación, es toda aquella música que hace que te sientas mejor al escucharla. Lo dice Lyz Cooper, fundadora de la British Academy of Sound Therapy. De manera más compleja, la música para el bienestar engloba todas las composiciones que contienen lo que Cooper denomina "vitaminas sónicas", porque proporcionan "nutrientes" a la mente y al cuerpo.

"Las vitaminas sónicas son las pequeñas propiedades de una composición musical, como los tonos graves y el tempo lento, cuyo efecto neurológico concreto está demostrado", explica. Esos efectos pueden hacer que sientas más tranquilidad y alegría, lo que, con el tiempo, puede tener beneficios fisiológicos. Nos centraremos en esto último más adelante.

Cooper y las principales organizaciones de previsión de tendencias creen que la música medicinal está a punto de arrasar. Son varias las aplicaciones de música en streaming y meditación que ya cuentan con algunas canciones de este tipo o tienen planes de tenerlas pronto y se tiene constancia del lanzamiento de nuevas plataformas tecnológicas que ofrecen canciones curativas personalizadas utilizando la inteligencia artificial. Todo esto por una buena razón: según Cooper, puede que nunca antes del año pasado se hubiera necesitado más contar con formas de relajación y recuperación en casa, de bajo coste o gratuitas.

Gracias a las resonancias magnéticas, se ha demostrado que la música medicinal ilumina varias partes del cerebro, especialmente el sistema límbico. "Esta zona, considerada el centro emocional del cerebro, tiene conexiones con otras partes del cerebro que controlan la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria, así como nuestro estado emocional", afirma la doctora Veena Graff, profesora adjunta de anestesiología y cuidados intensivos de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.). En otras palabras, con la música medicinal tu cerebro le dice a tu cuerpo que tiene que relajarse.

Toda la música estimula la liberación de neurotransmisores, como la dopamina y otras endorfinas que pueden elevar o reducir los marcadores del estrés. "Por eso algunas canciones hacen que sintamos nostalgia, felicidad, tristeza o enfado, hacen que nos calmemos o nos llenan de energía", explica Graff. Cuando esos marcadores del estrés se reducen, "la persona puede entrar en un estado profundo y relajado que se conoce como 'estado alterado de conciencia': ese lugar agradable, cálido y difuso al que vas cuando estás a punto de dormirte o acabas de despertarte", afirma Cooper. Al estar en ese espacio, no solo te sientes bien en ese momento, sino que "está asociado a todo tipo de beneficios potenciales para la salud, como una actitud positiva y menor ansiedad, tensión muscular y el dolor", añade.

De acuerdo con Graff, cuya investigación ha mostrado que la música medicinal puede ser tan útil como la meditación para disminuir la ansiedad preoperatoria, cuantas más vitaminas tenga una canción, más se reducen los marcadores del estrés y la inflamación. Según ella, las mejores vitaminas son un tempo de entre 60 y 80 pulsaciones por minuto, mínimos cambios en la percusión, ninguna letra y pocas fluctuaciones de sonido. Así que probablemente el grupo indie que sueles escuchar no sirva, pero sí la música clásica y la que se emplea en el yoga. Todos estos elementos ayudan al cerebro y al cuerpo a pasar de la reacción de lucha o huida a la respuesta de descansar y digerir.

Cooper ha descubierto en uno de sus trabajos que algunas vitaminas sónicas, como la desaceleración gradual del ritmo de la canción, pueden incluso tener un efecto de ralentización inmediata de la frecuencia cardiaca o la presión sanguínea del oyente. "En Mindlab, en la Universidad de Sussex (Inglaterra), se apreció una potente ayuda para la relajación. Tanto es así que, antes de que se emitiera en radio, recomendaron que quienes estuvieran conduciendo se detuvieran", declara.

Las dos expertas afirman que todavía estamos empezando a comprender el poder de la música medicinal. Gracias a los avances en tecnologías como los controladores de la condición física, los investigadores pueden medir aspectos como la frecuencia cardiaca y la presión arterial cuando escuchas música para determinar qué vitaminas sónicas tienen mejores efectos. A partir de ahí, pueden utilizarlas para provocar un efecto concreto, como el sueño, la tranquilidad o la recuperación muscular después del ejercicio.

Graff explica que la música para el bienestar es una categoría formada por subgéneros ambientales, chill, clásicos, downtempo y curativos cuyos beneficios se han demostrado. Busca esos géneros cuando eches un vistazo a la plataforma de música en streaming que utilices y experimenta hasta que encuentres canciones que te hagan desconectar de tus preocupaciones y conectar con el momento. Sigue estos consejos si buscas un tipo específico de música relajante:

• Recuperación tras los entrenamientos: "Diferentes investigaciones demuestran que los sonidos de baja frecuencia favorecen una relajación muscular más profunda", explica Cooper. Prueba con el grupo Paua, que según ella es especialmente bueno para aliviar el estrés y la tensión después del ejercicio.
  
  
• Relajación a la hora de dormir: Cooper recomienda buscar una composición musical que tenga tonos largos y graves, y que sea más "paisaje sonoro" que "musical", ya que no cambia demasiado. También debes evitar las canciones con sonidos agudos y penetrantes. Una buena canción para tus oídos por la noche es Somnus X, compuesta por la propia Cooper y que comienza con un paisaje sonoro más amplio y se desvanece suavemente durante 10 minutos.
  
  
• Alivio instantáneo del estrés: un tema con el que puedas trabajar la respiración (en este caso, puede tener letra) puede ser doblemente beneficioso para pasar la mente y el cuerpo a la respuesta descansar y digerir. El ejercicio de respiración equilibrada de Cooper, llamado "BB1", puede calmar tu ansiedad en cinco minutos o incluso menos.
  
  

Un breve consejo: no importa cuándo o por qué escuches música, "es mejor usar auriculares que cubran toda la oreja porque así la música es más envolvente", afirma Cooper. De acuerdo con ella, sentirás las frecuencias de los subgraves recorriendo los auriculares y llegando a tu sistema musculoesquelético.

Aunque se pueden experimentar los beneficios de la música medicinal casi al instante con una sola dosis, escucha música al menos cinco minutos al día para aumentar los beneficios. "Nuestros estudios han demostrado que parece haber un efecto acumulativo", explica Cooper. "Al igual que cuanto más se medita o se practica la concentración, cuanto más música medicinal se escucha, más eficaz es el proceso. Profundizas porque no es algo desconocido". En otras palabras: cuanto más te acostumbres a este lado zen de la música de Mozart, más zen podrás ser.