Gemelas fantásticas: Conoce a las hermanas que dominan el handball en Nueva York

Melanie y Jessenia Garate pasaron mucha de su niñez en las laterales de las canchas de handball en todo Brooklyn, viendo competir a su mamá. Resultó ser un cuidado infantil formativo. Ahora los papeles se han invertido: las gemelas se encargan de la cancha mientras su mamá las anima.

Con el malecón de fondo, conocemos a las hermanas en la primera fila de su territorio en Coney Island. Entrevistar a las gemelas de 22 años de edad es un poco como verlas jugar dobles, son rápidas, inteligentes y terminan las oraciones mutuas como si compartieran el mismo cerebro.

Jessenia: Nuestra mamá solía ir a jugar y nosotras la acompañábamos.

Melanie: Si no fuera por ella, no hubiéramos ido a Coney Island. Traía dos sillas que estaban pegadas, sillitas para niños, y nosotras solo nos sentábamos. Y ahora estamos aquí todo el tiempo.

Melanie: Hay un sistema de clasificación. Hay jugadores A, B y C. En la liga femenil solo hay A y B porque hay muchos más hombres. Al ser jugadoras femeniles A, nos consideran varoniles B.

Jessenia: Es confuso. Puedo quejarme durante años de cómo las mujeres son subestimadas en el handball. Es un deporte predominado por hombres y muchas veces ellos piensan "lo hacemos mejor, este es nuestro deporte". Así que Melanie y yo decidimos ser del tipo "puedo hacer exactamente lo mismo que tú".

Jessenia: Yo juego bajo. Tengo tiempo jugando softball y me lastimó un poco el hombro, por lo que muchas veces me cuesta trabajo jugar alto al golpear la pelota. Mi juego bajo me compacta y me hace más pequeña en la cancha.

Melanie: Soy muy buena para los golpes laterales. Soy la jugadora que prepara los ataques, por lo que abarco mucho más cancha. Soy la que corre más. Y es perfecto porque Jessenia solo se para ahí como una estatua.

Jessenia: ¡No puedo ir al baño! Tengo que aguantarme hasta que termine el torneo porque odio mojarme las manos cuando juego. Las ablanda. Siento que me lastimaré las manos mucho más al golpear la pelota. No sé porqué lo pienso.

Melanie: Algunas veces masticamos chicle, solo para sacar los nervios.

Melanie: Hay una mujer llamada Cheena que cada vez que nos veía, nos decía las gemelas fantásticas. Simplemente se nos quedó y todos nos empezaron a decir así.

Jessenia: "Solíamos tomarnos fotos cuando ganábamos, con el trofeo en una mano y chocando las manos en la foto como diciendo 'poderes de las gemelas fantásticas, actívense'".