¡En Garde! Te presentamos al esgrimista francés que está arrasando

Meddy Elice nació en la región francesa de Guadalupe y su estilo en esgrima suele ser relajado, personal y, a veces, extravagante. Es cierto que el deporte aristocrático de la realeza siempre ha sido luchar, pero Meddy sabe cómo darle su toque personal.

Después de ver en acción al joven de 24 años en el complejo deportivo Eric Tabarly, instalación de élite que se encuentra fuera de París y en la que entrena, le preguntamos cómo aporta su propio estilo a esta tadicional diisciplina.

El equipo es muy caro. Aún así, y afortunadamente, también hay mucha gente humilde como yo que practica este deporte. Mi madre trabajaba en el ayuntamiento y mi padre era mecánico.

Tras unas semanas de actitud rebelde en casa y negarnos a hacer las tareas domésticas, mi madre decidió llevarnos a un club deportivo para que nos tranquilizásemos. En el club que eligió, hacían karate, judo y esgrima. Lo que más me gustó fueron las artes marciales y, en un primer momento, me decanté por el karate. En cambio, mi hermano lo tenía mucho más claro: quería aprender esgrima. La campeona olímpica de esgrima de Guadalupe, Laura Flessel, lo había inspirado. Creo que también estaba un poco enamorado de ella. La deportista inspiró a toda una generación gracias a sus triunfos en varias olimpiadas (las de Atlanta en 1996, las de Sídney en el año 2000 y las de Atenas en el 2004), en las que consiguió un total de cinco medallas. Quienes somos de Guadalupe, la consideramos parte de nuestra familia.

Mis hermanos mayores tienen distintas maneras de ayudarme e interactuar conmigo. El mayor, [Jerry], es como un padre para mí. Me visita constantemente para asegurarse de que esté bien. Me anima, pero con prudencia. Quiere que me tome la vida muy en serio y que tenga en cuenta lo que vendrá después del deporte. Morgan me contagia su entusiasmo y siempre me hace ver el lado positivo de las cosas. Mike nunca compitió conmigo. Siempre me anima a ir por el buen camino. Es como mi madre que nos decía que estuviésemos orgullosos de nosotros mismos, pero sin sentirnos superiores a los demás. La humildad es el pilar básico de nuestra familia.

El florete es mi espada preferida, el arma más utilizada en este deporte. Es muy precisa, por lo que te obliga a actuar con rapidez, pero con paciencia. La técnica más típica se realiza con el florete, aunque mi estilo es de todo menos típico. Mi punto fuerte es la rapidez, lo que me permite sorprender al oponente. Aun así, a veces, la falta de paciencia me juega malas pasadas. Mi estilo no es nada convencional. Yo lo describo como "ligero". Tiene un punto de ligereza que me encanta. A mi manera de competir la califican como increíble, extravagante y de estilo libre.

Lo que más me gusta de la esgrima es el estilo. París me ha ayudado a definir el mío propio. Tuve que cambiar las tácticas cuando llegué de las Indias Occidentales. Me gusta todo lo que es accesible y precioso, visitar exhibiciones de arte y de fotografía para perfeccionar mis técnicas y ver cosas distintas.