Esto es lo que le pasa al core de casi todo el mundo durante el embarazo

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Los abdominales probablemente se te separen, pero no es el fin del mundo (¡prometido!). Te contamos lo que debes saber y cómo mantener tu core fuerte.

Última actualización: 12 de agosto de 2022
7 min de lectura
  • La separación abdominal, llamada diástasis abdominal (DA), a menudo se produce cuando los abdominales se separan para hacer hueco al útero en expansión.
  • Aunque la DA no causa debilidad, puede que te impida entrenar el core y, por tanto, pierdas fuerza.
  • Cambiar el trabajo de core y conectar con tu respiración puede minimizar el impacto de la DA.


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* Hemos escrito este artículo únicamente para informarte e inspirarte. La información que incluimos no constituye asesoramiento médico ni tampoco puede usarse para realizar un diagnóstico o tratamiento. Consulta siempre con tu médico qué debes hacer para cuidar de tu salud antes, durante y después del embarazo.

Es evidente que, cuando estás embarazada, te crece la tripa, pero puede que no seas consciente de que bajo la superficie están ocurriendo cosas mucho más alucinantes para ajustarse a los cambios.

Todo el mundo tiene una capa de tejido grueso y fibroso, llamado línea alba, que recorre la parte central del core y conecta las dos mitades de abdominales (concretamente, el recto abdominal, también conocido como "tableta de chocolate"). "La línea alba se vuelve más fina a medida que el vientre se expande y los abdominales se separan para hacer sitio para el bebé", cuenta Laurel Proulx, fisioterapeuta especializada en salud pélvica de Colorado Springs (Colorado, EE. UU) y fundadora de FEM Physical Therapy. "A medida que este tejido conectivo se estira con el embarazo, se vuelve más fino y flexible", explica Proulx. ¿El resultado? Diástasis abdominal, abreviada como DA, o la separación entre el lado derecho y el izquierdo de los abdominales.

La diástasis abdominal se da en un tercio de las mujeres en las primeras 21 semanas de embarazo, según un estudio publicado en la British Journal of Sports Medicine. Y casi todas las mujeres la experimentan en mayor o menor medida antes del parto según Proulx. La buena noticia, nos cuenta, es que, en la mayoría de los casos, los músculos vuelven a juntarse de forma natural en las primeras 12 semanas de posparto.

En algunos casos, esto no sucede así, pero no pasa nada: incluso atletas de élite han competido con diástasis abdominal (no es necesaria una reducción en la separación para volver a hacer ejercicio). Sin embargo, el miedo a que no sea seguro hacer deporte con DA puede llevar a esas mujeres a tomárselo con demasiada calma, evitar el trabajo de core y, por consiguiente, perder fuerza. La sensación de debilidad e inestabilidad puede hacer que la gente ajuste los patrones de movimiento y se lesione, de acuerdo con Brianna Battles, especialista certificada en fuerza y tonificación de Eagle (Idaho, EE. UU), y fundadora de Pregnancy & Postpartum Athleticism.

"Esa falta de coordinación y funcionamiento del core, y no la separación en sí, puede estar relacionada con el dolor de espalda y la disfunción del suelo pélvico", dice Proulx. Y la separación también puede causar la flacidez posterior al embarazo que molesta a algunas personas. Hay mujeres que optan por operarse para volver a juntar los abdominales. Proulx explica que eso está bien si quieres un arreglo estético, pero la cirugía no mejorará la fuerza ni el funcionamiento del core.

Aunque un cierto nivel de DA es inevitable (y está ligado a factores fuera de tu control, como la genética y la forma en la que se desarrolla el embarazo, según explica Battles), debes prestarle atención desde el principio, cuando estás a tiempo de cambiar tus hábitos para mantener el core saludable y una rutina de ejercicios que te haga sentir bien. Empieza por aquí:

¿Qué es la separación abdominal, o diástasis de rectos, y qué puedes hacer al respecto?

1. Entrena el core correctamente.

"Si entrenas el core durante todo el embarazo, es más probable que te muevas con menos dolor y molestias", afirma Proulx. Sin embargo, algunos ejercicios tradicionales, como los abdominales clásicos o los abdominales tipo bicicleta, no son lo mejor para la barriguita una vez se empieza a notar. Por un lado, el vientre se interpone en tu camino, lo que puede alterar la forma de ejecución. Por otro lado, los cambios abdominales implican que la flexión, o la inclinación hacia delante, puede ejercer una presión innecesaria en la línea alba y el suelo pélvico.

Una barriga visible también es una buena señal para reducir el nivel de los demás ejercicios de core, sobre todo si notas que tu vientre adopta una forma cónica (más adelante explicamos qué significa). Por ejemplo, quita algo de presión al vientre durante los ejercicios de plancha bajando las rodillas o apoyando las manos o los antebrazos en un banco o una mesa resistentes. "También puedes dar prioridad a los ejercicios multiarticulares, como las sentadillas, el peso muerto, las zancadas y el paseo del granjero, que activan los abdominales durante todo el movimiento, pero no requieren la flexión que aumenta la presión en esta zona", recomienda Battles.

2. Respira de forma adecuada.

"Forzar o aguantar la respiración al levantar peso o hacer un ejercicio ejerce una presión excesiva sobre la pared abdominal y el suelo pélvico", afirma Proulx. Para apoyar el movimiento del cuerpo, trabaja con la respiración, no contra ella: cuando hagas sentadillas, zancadas u otros movimientos de fortalecimiento, espira para activar el transverso del abdomen, también conocido como TA, los músculos profundos del core que envuelven la sección media como un corsé de la parte delantera a la trasera. Una buena regla general es inspirar al bajar y espirar cuando vuelvas a ponerte de pie después de una sentadilla, una zancada o un levantamiento de peso muerto.

De acuerdo, pero ¿cómo se activa el TA exactamente? "Lo que se busca es una contracción de abajo arriba, como si estuvieras subiendo la cremallera de un pantalón ajustado", explica Proulx. Esto significa que la parte inferior del vientre también se contraerá, no solo los abdominales superiores. Si ya tienes barriga, la activación del transverso del abdomen debería empujarla suavemente hacia dentro y hacia arriba. Si aún no te ha salido, tu vientre debería aplanarse un poco.

Cuanto antes empieces a practicar la activación del TA, más fácil te resultará cuando te crezca la barriguita. Dicho esto, también es bueno relajar los abdominales cuando estés en reposo, no hay necesidad de "meter tripa", porque crea un exceso de presión y tensión en la línea media, así como en el suelo pélvico, de acuerdo con Battles.

3. Cuidado con la forma cónica.

La forma cónica o abovedada se produce cuando la parte central del vientre sale de forma puntiaguda en respuesta a la presión intraabdominal. Para ver rápidamente cómo es, túmbate boca arriba con las rodillas dobladas y la camiseta levantada y empieza a hacer un abdominal. ¿Ves ese pequeño cono que sobresale en medio de tu barriga? Con eso es con lo que intentamos tener cuidado. Ya puedes volver a una postura cómoda.

"Puede que te hayan enseñado que hay que tenerle miedo a la forma cónica, pero no es necesariamente una señal de desastre", cuenta Battles. "Tu vientre simplemente te está dando información importante sobre la necesidad de ajustar el movimiento. Es una señal de que estás generando tanta fuerza hacia adelante que puedes verla", explica. Es un síntoma de diástasis abdominal y una señal de que tal vez necesites volver a conectar con tu core profundo o cambiar el ejercicio en sí y centrarte en uno que puedas realizar sin que salga esa forma.

Por si no lo sabías, la forma cónica también puede producirse durante las actividades cotidianas, como levantarse del sofá o de la cama. Si ves que se produce, inténtalo de nuevo con una mejor conexión con tu core profundo (vuelve al paso n.º 2). Si sigues viendo que sucede, puede que lo más inteligente sea usar las manos para ayudarte a levantarte.


Una vez llegue el bebé, necesitarás darte tiempo y cuidarte para recuperar la fuerza del core. Pero ¿sabes qué? Lo conseguirás: muchas madres primerizas dicen que nunca se han sentido tan fuertes.

Texto: Jessica Migala
Fotografía: Vivian Kim

Aprender a activar el core profundo ahora puede ayudarte a conservar la fuerza a medida que te crece la barriga. Prueba estos trucos prácticos de Proulx.

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Publicación original: 12 de agosto de 2022

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