La mayoría de las personas que pasean por Songpa-gu, un barrio comercial muy dinámico de Seúl (Corea del Sur), suelen mirar hacia arriba. Lo hacen para contemplar el edificio más alto del país, un monolito de cristal y metal de 123 plantas que mira desde las alturas el parque de atracciones cercano, los edificios de viviendas de lujo y un extenso lago.

A su sombra, resguardados en un sótano, encontramos a los miembros de Azikazin Magic World, un colectivo de artistas multidisciplinares interesados en el cine, la música y las marionetas. Son conscientes de lo irónico que es pasar la mayor parte del tiempo trabajando en el subsuelo a menos de dos kilómetros del edificio más alto de Corea.

—Kiho

Kiho Song, 24 años, director de cine y animador de stop-motion. Jeongyeon Park, 26 años, conocida como Lionclad, directora artística y beatmaker. Hyeongmuk Kang, 26 años, alias Mmddyyyy y músico. Sanghwan Shin, conocido como Fidi, 26 años, director de fotografía. En equipo fundaron el grupo de manera informal en el año 2018. Sin embargo, su trabajo no despegó hasta que encontraron el sótano en 2019. Este grupo, que se define a sí mismo como una banda digital, no solo hace música, también lanza vídeos musicales con marionetas y animaciones de stop-motion para ofrecer lo que ellos denominan una "experiencia completa".

Lo que une a los miembros de Azikazin son las herramientas de grabación lo-fi y el enfoque que han desarrollado para hacer su arte, como el teclado de 1991 de Lionclad que no suena tan nítido como uno actual o la cámara de vídeo vintage que Kiho rescató de la basura y que graba imágenes borrosas similares a las de los vídeos caseros. Además, el equipo recurre a sus marionetas artesanales y a las animaciones stop-motion para dar vida a su música.

—Lionclad

Lionclad dice que ha encontrado su comunidad en artistas que disfrutan de los misterios de los equipos de audio usados y anticuados que suelen acabar en la basura.

"Hacer música de esta forma es una aventura", explica. "Cuando la gente compra un equipo, piensa en todas las posibles formas de utilizarlo y en cómo podría darle un uso distinto al anterior".

Los miembros de Azakazin también hacen un gran esfuerzo por involucrarse en todos los aspectos de su trabajo. Ninguno se encarga solo de los ritmos o de los aspectos visuales, todos hacen un poco de todo, incluso aunque no sea su disciplina principal o lo que más les interese. "Diría que somos como uno de esos robots que se fusionan", afirma Kiho. "Al principio eres la cabeza, pero tienes que ser las piernas, y, más adelante, el cuerpo".

Aunque el grupo siempre está ocupado pensando nuevos planes y, de forma individual, explorando sus proyectos en solitario, tiene muchas ganas de producir "Noodleheads", un espectáculo para adultos que incorpora marionetas, animaciones stop-motion y animación en 2D para contar la historia de unos monstruos que trabajan en un restaurante. Es un proyecto perfecto para un grupo cuyo nombre, que podría traducirse como "El Mundo Mágico de Azikazin", refleja el espíritu de sus creaciones.