Vivir y comer sin culpa
Entrenamiento y nutrición
Por Nike Training
Cambia tu relación con la comida.
Siempre nos topamos con la misma situación injusta: por mucho que queramos comer bien, a veces tomar una copa, unos dulces o una comida muy calórica es exactamente lo que nos hace mantener la conexión social con nuestra pareja, amigos y familiares. Es importante comer alimentos frescos y nutricionalmente completos tan a menudo como sea posible; mi objetivo es lograrlo el 90 % del tiempo. El otro 10 % es cuando disfruto de la comida y el momento, y luego sigo sin mirar atrás, libre de culpa.
"Disfruto de la comida y el momento, y luego sigo sin mirar atrás, libre de culpa".
Es muy importante deshacerse de la culpa, la ira y el arrepentimiento cuando no sigues tu plan nutricional al 100 %. Lo que no queremos es que comer ciertos alimentos nos provoque sensaciones negativas que nos hundan en una espiral descendente que nos aleje de nuestros objetivos. Que levanten la mano a los que les suene el pensamiento: "Ya he echado a perder el día por comerme estos gofres; ya puestos, ceno hamburguesa y patatas fritas".
En lugar de amargarte y echar a perder todo el esfuerzo, la próxima vez prueba con estas estrategias.
- Elige uno.
No tienes que comer sin parar para disfrutar de un capricho. Intenta elegir solo uno: una copa de vino, un trozo de focaccia, un pedazo de pastel de chocolate, en lugar de los tres. Habrás disfrutado de un capricho, pero no te sentirás mal por ello. - Busca otras opciones.
Si sabes que comerte una pila gigante de torrijas te va a hacer sentir culpable por tus decisiones (o por ti mismo/a) el resto del día, tal vez no valga la pena. ¿Hay algo que se salga ligeramente de tu plan (una tostada con aguacate, por ejemplo), pero que no te haga sentir mal? - Disfruta de los caprichos.
Come lo que quieras, disfrútalo al máximo y sigue adelante. Si realmente te apetece un bollo, cómetelo con amor y aprecio, y no te sientas mal por ello. Alégrate de habértelo comido y elige opciones más saludables el resto del día.
Para ver resultados a largo plazo, comienza con pequeños cambios y ve realizando ajustes. No intentes modificarlo todo a la vez en busca de la perfección. Tu relación con la comida requiere práctica, al igual que tus ejercicios y el mindfulness.