You Can’t Stop US

Porque son mucho más que un instante de orgullo fugaz o una victoria espectacular.

Porque, en ese preciso momento, presenciamos y sentimos cómo lo imposible se hace posible. Porque tomamos consciencia de lo que somos capaces cuando no nos rendimos.

Todos nos hemos sentido infravalorados y olvidados en algún punto. Todos nos hemos sentido derrotados por alguien o algo que, en ese preciso momento, parecía mucho más fuerte que nosotros.

Puede haber sido un rival imbatible, una subida infernal o un Aquiles que se rompe. Sea lo que fuere, en esos momentos, sentimos que todo había terminado, para todos. Pero no nos rendimos, no abandonamos y, gracias a ello, las cosas empezaron a cambiar. Entonces, contra todo pronóstico, resurgimos.

Por eso, el deporte siempre nos recuerda que, por mucho que caigamos, podemos remontar. Una y otra vez, el deporte nos demuestra que podemos remontar cualquier circunstancia. Remontar una lesión, una derrota, un 3-1, un 6-1 o un 3-28; remontar ante los ojos de todos aquellos que pensaban que éramos historia.

Por eso, las remontadas dejan una huella en nosotros. Por eso, nos aferramos a ellas y las recordamos cuando más lo necesitamos. Como ahora. Aunque esta vez la victoria no sea un trofeo o un campeonato, estamos remontando algo mucho más grande.

Ahora más que nunca, debemos sacar nuestro espíritu de superación para recordar que no hay nada de lo que no seamos capaces.