¿Cuál es la diferencia entre el calzado de running y el calzado para caminar?

Tanto el running como caminar aportan varios beneficios para la salud. El running es una excelente forma de ejercicio aeróbico que ayuda a fortalecer los músculos y los huesos. También ayuda a quemar calorías, mantener un peso saludable y fortalecer el corazón.

Aunque te mueves más despacio cuando caminas, esta actividad tiene sus propios beneficios para la salud. Al caminar se utilizan más músculos de los que crees, ya que mueves tanto las piernas como el tronco. Incluso los músculos de los dedos de los pies participan en el movimiento. Caminar puede aliviar el estrés y ayudarte a dormir mejor por la noche, además de que mejora la salud cardiovascular y la condición física general.

Tanto si caminas como si corres, debes hacerlo con el tipo de calzado adecuado para garantizar un entrenamiento productivo y eficaz, sin tensiones ni dolores musculares. El calzado marca la diferencia, independientemente de si sales a correr o a caminar.

Existen modelos de calzado especializado para running y para caminar porque el movimiento para cada actividad es diferente. El mismo par no sirve, a largo plazo, para ambas actividades.

Al correr y al caminar, los patrones de pisadas son diferentes. Esto se debe a que, en un momento dado, cuando corres tienes los dos pies fuera del piso, mientras que cuando caminas siempre tienes un pie en el piso. En ambas actividades aterrizas con el talón por delante cuando te mueves, pero al caminar, tu pie se mueve inmediatamente hacia delante sobre las puntas de los pies.

La distribución del peso es diferente entre las dos actividades, ya que las cantidades de fuerza que recaen sobre los pies son diferentes. Al correr distribuyes entre los pies y las piernas de dos a tres veces tu peso corporal en cada pisada, mientras que al caminar lo haces solo una o dos veces.

Para controlar el movimiento de los pies tanto al correr como al caminar, cada tipo de calzado cuenta con características personalizadas. Esa es la razón por la que hay calzado de running y calzado para caminar.

Para muchos corredores, salir a la calle y sentir cómo dejas atrás el piso conforme avanzas es algo más que una forma de hacer ejercicio. Es una pasión que no se sentiría igual con el calzado equivocado. De hecho, te dolerían los pies, los músculos de las piernas y mucho más si corrieras con un calzado que no estuviera pensado para el running o sin la amortiguación correcta.

Para funcionar como debe, tu calzado de running debe tener al menos algunas de estas características:

● Una parte superior duradera y transpirable, preferiblemente con algo de malla

● Una confección ligera que permita realizar movimientos rápidos

● Un talón estable que sujete tu pie con firmeza (sin que quede demasiado ajustado)

● Material reflejante si te gusta correr de noche

● Plantillas extraíbles para facilitar la limpieza y la sustitución si se desgastan antes de que lo cambies

● Mucha amortiguación y durabilidad para largas distancias

● Sólida tracción que funcione en diversos tipos de terreno

El estilo también es importante, pero nunca debe ser tu primera prioridad cuando busques un calzado de running. Comprar un calzado que se vea bien pero que no se ajuste correctamente o no tenga suficiente amortiguación podría causar la aparición de grandes ampollas más adelante.

La otra gran causa de las ampollas cuando se trata del calzado de running adecuado es el ajuste. Debes probar el calzado de running cada vez que compres uno nuevo, incluso si conoces tu talla. Las cosas pueden cambiar y los modelos de calzado pueden ajustarse de forma diferente. Asegúrate de que el calzado nunca te ajuste demasiado. Debes poder mover los dedos del pie.

Hay características que se repiten entre los modelos de calzado de running y para caminar, pero no todo es igual. La mayoría de los modelos de calzado para caminar deben ajustarse bien y combinar una sensación de ligereza con una buena absorción de impactos. Muchas de las personas amantes de las caminatas recorren bastante distancia cada vez que hacen ejercicio, así que es conveniente cuidar los pies cada kilómetro.

La estabilidad, la flexibilidad y la comodidad constituyen la trifecta de todo buen calzado para caminar.

● Debe sentirse equilibrado y seguro, independientemente de cómo se mueva tu pie.

● Debe permitir un movimiento suave, y combinar el movimiento del talón a la punta del pie al caminar.

● Debe mantener el pie en su sitio sin estar demasiado ajustado en ninguno de los extremos.

● Debe tener suficiente peso para mantener la estabilidad.

Para conseguir el mejor ajuste en el calzado para caminar asegúrate de medirte ambos pies cada vez que compres uno nuevo. Adáptalo al pie más grande, si hay diferencia de tamaño, y nunca des por hecho que necesitas el mismo número que la última vez que compraste calzado.

Para comprobar el ajuste, asegúrate de que tengas puesto el mismo tipo de calcetines que usarás al caminar. Ajusta bien el calzado en ambos pies y haz una carrera de prueba cerca de la zapatería. Si estás en casa, da una vuelta en los alrededores para asegurarte de que se sientan bien. Probar el calzado con los calcetines equivocados no garantiza su ajuste y podría hacerte sentir muy incómodo en esa salida inicial.

Caminar o correr para completar tu entrenamiento diario es totalmente tu elección, pero conocer las cualidades del calzado adecuado puede hacer que cada pisada se sienta mejor. Busca un ajuste cómodo, la amortiguación adecuada y un calzados que deje respirar tu pie: tendrás unos pies felices durante todo el camino.