Pregúntale al entrenador: ¿Cómo lidio con un entrenador que tiene favoritos?

Entrenadora:

Recientemente nos mudamos del otro lado del estado, así que estoy en una nueva escuela secundaria y tengo una entrenadora nueva de natación. En mi antigua escuela, me llevaba muy bien con la entrenadora y había mucho espíritu de equipo. En mi nueva escuela, las cosas son diferentes. Mis compañeras de equipo son muy amables y se esfuerzan por hacerme sentir cómoda. Pero no existe el mismo sentimiento familiar que tenía en mi antigua escuela, donde todas nos conocíamos desde el colegio. Mi problema tiene que ver con la entrenadora. Siento que ella sinceramente me está ignorando. Ella tiene sus nadadoras estrella y yo no soy una de ellas. Aunque definitivamente no soy una de las tres mejores nadadoras, como lo era en mi antigua escuela, sigo siendo buena y sé que puedo mejorar. Lo que me pregunto es si se supone que debo hacerlo por mi cuenta.

El favoritismo es real
Nadadora de 16 años

Hablemos con sinceridad: todos los entrenadores tienen sus favoritos.

La buena noticia es que tú puedes convertirte en una de esas personas favoritas.

Mira, seré la primera en admitir que no siempre fui la favorita de mi entrenador. Cuando estaba en la secundaria, a veces era una mal deportista. Hubo momentos durante los partidos de tenis en los que arrojé mi raqueta después de perder una volea. Y ningún entrenador en su sano juicio recompensaría ese comportamiento. Pero luego, a medida que fui avanzando como jugadora, aprendí que el valor que yo tenía para mis entrenadores no residía solo en mi desempeño en la cancha. Se trataba de mi contribución total al equipo.

Entiendo que ese es un punto difícil para ti en este momento. Es difícil porque no conoces la estructura de tu equipo, su lenguaje ni sus hábitos. Extrañas esa sensación de familia. Sé de primera mano lo difíciles que pueden ser las transiciones. En el equipo de básquetbol de mi preparatoria fui tres veces jugadora del año, pero luego el primer año que jugué en Dartmouth fue como comenzar de nuevo. Tuve que mostrarle a mi nuevo equipo: "Oye, estoy dispuesta a trabajar duro, tengo mucho entusiasmo, mucha energía, estoy aquí para ayudar". Y después de aproximadamente un mes todo parecía fluir con normalidad. Y entonces recién ahí sentí que encajaba por completo.

Así que, pregúntate cómo puedes contribuir y encajar en tu equipo. Puedes animar a los demás y estar ansiosa por aprender, entusiasmada y ser la mejor en un determinado rol. Esto no solo te ayudará a crear lazos más fuertes con tus compañeras de equipo, seguramente también te pondrá en la contienda por un lugar en la lista de "favoritas" de tu entrenadora.

Cualquiera que contribuya a una cultura de equipo positiva y me ayude a ganar está en mi lista de "favoritas". Si eres una de mis jugadoras de básquetbol y has estado luchando con tus ganchos y luego te quedas después de la práctica y haces 10 ganchos, lo veo. Veo cuando una de mis jugadoras lo da todo. Veo cómo tratan a sus compañeras de equipo, quien está chocando las manos. También veo si son las últimas en subir al autobús. (Por favor, nunca, nunca seas esa persona). Pero en serio, gran parte del éxito de un equipo proviene de la capacidad de sus integrantes para trabajar juntos.

Puede que tome un poco de tiempo hasta que te sientas como en casa en tu nuevo equipo. Intenta ser paciente. La forma en que te enfrentas a un desafío como este tiene que ver con la actitud. Si estuviera en tu lugar, pensaría: "¿Cómo voy a estar a la altura de este desafío? ¿Cómo voy a hacer que esto suceda?" Sé que eso no es algo natural para todos. He entrenado a muchas personas que llegan al equipo con una mentalidad negativa, diciendo: "No voy a jugar, nunca voy a jugar". Y les digo: "Esa no es mi realidad, esa es tu realidad, y tú la estás creando". Así que si vas a entrenar diciéndote: "No le agrado a nadie", probablemente resulte cierto.

Si deseas darle un giro a la historia negativa que te estás contando a ti misma para verlo todo de forma más positiva, puedes hacerlo. Tienes ese poder. En lugar de imaginar que todo está en tu contra, reconoce las oportunidades. En un equipo nuevo puedes reinventarte. Puedes concentrarte en un evento o brazada diferente, decidir que vas a ser mucho más rápida o incluso ser una compañera de equipo diferente a la que eras en tu último equipo.

La capacidad de hacer que esto suceda reside en ti, no en tu entrenadora. Estás buscando la aprobación en el exterior, pero como puedes ver ahora mismo, ese tipo de aprobación no es confiable. El apoyo más confiable proviene del interior y te acompaña a lo largo de tu carrera deportiva.

Si te pregunto "¿Quién es tu mayor animadora?" o "¿Quién es la más amable contigo?" y dices que es tu mamá o tu mejor amiga voy a preguntar: "¿Por qué no eres tú? ¿Por qué no eres tu mejor animadora? ¿Por qué no te estás tratando así?". Es una pregunta tan fácil como una lección tan difícil e importante de aprender. La buena noticia es que todavía tienes mucho tiempo para tratarte como te mereces.

Sé tu propia favorita. Puedes hacer esto.

Entrenadora Banghart