¿Saltar a la comba es mejor que practicar running?

Pocas actividades son tan efectivas para quemar calorías como el running. El running es una forma eficaz de conseguir objetivos relacionados con la pérdida de peso. Según una revisión de estudios realizada en 2013, las actividades de intensidad moderada a alta, como el running, son el tipo de entrenamiento con más potencial para reducir la grasa abdominal.

CONTENIDO RELACIONADO: ¿Practicar running fortalece las piernas?

Numerosos estudios coinciden en que el running reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. También se recomienda salir a correr para reducir la presión arterial y aumentar el colesterol HDL (el que conocemos comúnmente como el colesterol "bueno"), que son indicadores de riesgo de enfermedades cardiacas.

La buena noticia es que no tienes que correr mucho o rápido para conseguir estos beneficios. Estos estudios demuestran que practicar running a un ritmo bajo o una intensidad moderada e, incluso, durante tan solo unos minutos a diario puede favorecer el buen estado del corazón.

Los estudios también concluyen que practicar running puede mejorar la esperanza de vida, reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas y un deterioro cognitivo, y mejorar la densidad mineral ósea.

El running es un método muy conocido para mejorar el fitness cardiorrespiratorio. Este deporte, a diferencia de saltar a la comba, se puede practicar a una intensidad baja, moderada o alta. Las personas que se estén iniciando en el running pueden empezar a un ritmo lento para adaptarse e ir aumentando progresivamente tanto el ritmo como la duración a medida que se vayan poniendo en forma.

Los investigadores han descubierto que saltar a la comba, al igual que practicar running, ayuda a perder peso. Un estudio publicado en 2019 sostiene que un grupo de chicas en edad adolescente consiguieron reducir la grasa visceral y mejorar su composición corporal en general al participar en un programa que consistía en saltar a la comba durante 12 semanas. También les fue posible reducir la presión arterial y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Por si fuera poco, saltar a la comba involucra tanto al sistema energético aeróbico como al anaeróbico, por lo que se trata de una herramienta efectiva para hacer ejercicio, así como para perder peso. No solo mejorará tu resistencia al involucrar al sistema energético aeróbico, sino que, en función de tu rutina y del tiempo que emplees en saltar a la comba, también utilizarás la glucosa que hay almacenada en tus músculos como impulso para rachas de esfuerzo breves, lo cual se corresponde con una función de tu sistema energético anaeróbico.

En 2011, un grupo de investigadores estudió los efectos de un programa que consistía en saltar a la comba durante 12 semanas en un equipo de jugadoras de voleibol. Descubrieron que, al saltar a la comba, mejoraba la coordinación, la propiocepción (lo que nos permite percibir la posición de nuestro cuerpo en un entorno determinado) y la resistencia en comparación con las personas que no practican esta actividad. También concluyeron que saltar con una comba con peso ofrece muchos más beneficios, como poder hacer sentadillas más rápido.

En un informe de la organización American Council on Exercise sobre los beneficios de saltar a la comba, Pete McCall, experto en fitness, con un máster en ciencias y la certificación oficial en Entrenamiento de la Fuerza y el Acondicionamiento (CSCS®), sostiene que saltar aumenta la elasticidad y la resistencia de los músculos de la parte inferior de la pierna, lo que reduce el riesgo de sufrir lesiones en esta zona. Añade que saltar a la comba de forma habitual fortalece los músculos de los gemelos, así como mejora la elasticidad de los tendones y la fascia que hay alrededor.

En otras palabras, de esto deducimos que al practicar otros ejercicios de salto, como el running, tu cuerpo tardará menos tiempo en reaccionar al suelo, mejorará los mecanismos de caída y desarrollará músculos más resistentes en la zona inferior de la pierna.